domingo, 18 de octubre de 2015

¿Prohibir amistades? El poder del odio.


     

                 Una de las cosas que menos soporto en esta vida es que me manden hacer algo, sobretodo si no tienen derecho alguno a hacerlo. Os explicaré la situación con un ejemplo.



              Imaginaos, queridos lectores, que tenéis una madre (hasta ahí creo que llegamos, ¿no?) Todo va bien, lo que pasa es que esa madre tuya tiene un problema con un chico de pelo verde porque éste hizo algo que a ella no le gustaba (mis más sinceros respetos a los "peliverdes") al cual no soporta. Pero no en plan: "nunca me ha caído bien ese chico, no sé por qué." Es más en plan: "SUJÉTAME QUE LO MATO AQUÍ MISMO." Esa "querida" madre tuya, te ha hablado mucho de esa persona, porque ella (supuestamente) lo conoce, y te ha dicho que es un manipulador de mierda, un cobarde, hipócrita y que insulta sin saber. Tú obviamente, haces caso a tu madre, y acabas creyendo lo que te dice, es decir, creas un perfil malo de esa persona sin tú conocerla, sin poder juzgarla por ti mismo, sin haber hablado absolutamente nada. Prejuzgas, un error muy grave que, sin embargo, todos cometemos o hemos cometido alguna vez. Como iba diciendo, ya tienes esa idea básica de esa persona. Total, que llega el día en que (por X circunstancias) tienes que hablar con esa persona. Al principio, como tu madre te ha inculcado que esa persona es mala, la tratas con desprecio y mala educación. Pasa el tiempo, y sigues hablando con el chico del pelo verde, hasta que un día te das cuenta de que no es tan mala persona como tu madre te decía, es simpático, agradable, interesante, educado y que razona lo que piensa. Ese conflicto que tuvo con tu madre no fue culpa de él ni de ella, si no que fue una  circunstancia tercera que nada tenía que ver con ellos, por lo tanto ninguno tenía la culpa. El chico, como es muy racional, cae en eso y quiere pasar página de esa situación. Un día, tu madre te deja de hablar, y tú, que no sabes qué le pasa, naturalmente le preguntas:


         Mamá, ¿qué te pasa? -Y ella no te contesta. Vuelves a probar, a ver si es que no te ha oído por que está friendo huevo frito y suena mucho.


        Mamá, ¿qué te pasa? -Eso ya es más raro, en tres veces no te ha respondido. Decides no darle mayor importancia. 



              Llega el momento en el que tu madre te sirve el huevo frito, y entonces (milagro de la vida) te decide hablar:


           No me gusta que hables con el chico ese idiota, te dije que no hablaras con él  y que no fueras su amigo, deja de hablar con él, porque o sino me enfadaré.




           Entonces pasa algo. Es como un dolor breve pero intenso en tu alma. Es como cuando te quemas con el aceite que salpica el huevo frito, breve, pero intenso. Te pita el oído de una manera que no es normal. Te quedas en plan, ¿WTF? ¿Cómo puede obligarme alguien a dejar de juntarme con otra persona solo porque a ti te caiga mal. ¿Cómo? Es que no me entra en la cabeza... Además teniendo en cuenta que tu madre es un persona racional, que piensa las cosas mucho antes de decirlas y todo ese royo. El chico de verde, en teoría le hizo mucho daño. Mi madre estaba rota de odio. Ese odio tan potente le impedía pensar y racionar. Esa no era mi madre. 




               Vamos a concluir. Yo puedo entender que lo que te haya hecho una persona pueda ser terriblemente doloroso y que te produzca un odio muy intenso. Es obvio que tendrás que superarlo, depende de la situación tardarás más o menos. Pero, por favor, deja el odio a un lado y intenta razonar lo que has hecho. Has prohibido una cosa que no tiene nada que ver conmigo. Aunque seas mi madre, yo soy independiente a ti, tus amistades no son las mías, y si yo me quiero juntar con esa persona lo haré, digas lo que digas, pienses lo que pienses. Llegará un momento en el que lo superes, y dirás, "¿cómo pude hacer eso?" Mientras, yo me sentía fatal, pero no por mí, sino por ti, por cómo el dolor te ha proporcionado un odio tan intenso que eres incapaz de razonar. 



              Por favor, queridos lectores, pensad las cosas antes de hacerlas, porque pueden llevar a muchos problemas. Acabas de ver un poco de mi mundo, ¿te ha gustado? Hazme caso, lo que viene te seguirá gustando. Aunque hable de temas que no te gusten, intereses o temas que no sepas, te describiré mi sentimiento por ellos, esto no es ninguna clase, esto son opiniones. Espero que estas líneas te hayan divertido. Me gustaría que pensases lo que he escrito, y si quieres dejar tu opinión en los comentarios, ya lo partes.



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