Sociedad, ¿tenemos que estar dentro de ella?

                      La sociedad, es la maneara en la que nos organizamos los humanos viviendo de manera conjunta. Si bien es verdad que el estudio de la sociedad es increíblemente grande y dispone de muchas ramificaciones, yo me centraré en la sociedad que puedo ver diariamente en mi entorno. Es decir, en España y desde el punto de vista de un adolescente estudiante. Antes de nada, decir que explicaré muy superficial y brevemente todo, así que tened en cuenta que cada persona es un mundo y que mis argumentos no se ven adaptados a cada individuo, sino que a una idea general.

                  La sociedad en la que vivo es muy estricta, y prácticamente todos los chavales de mi edad se dedican a seguir lo que ella dicta, sin intentar salir de sus normas para no recibir el rechazo de sus súbditos, es decir, el resto de adolescentes. La etapa de la adolescencia es muy dura, somos muy débiles, vulnerables e inestables, de esta forma casi cualquier persona puede manipularnos o alterar nuestra capacidad de razonamiento. La adolescencia es muy compleja, pero intentaré explicarlo como yo lo entiendo. La adolescencia es o bien blanca, o negra, no hay una gama de tonos grises (o por lo menos no suele haber). En el momento cúspide de la adolescencia, te encuentras en esa situación, o eres muy feliz y te va bien todo (blanco) o eres infeliz y quieres desaparecer de la faz de la Tierra (negro). Aquellas "personas blancas" (por decirlo de algún modo) son las que tienen muchos amigos; salen de fiesta todas las semana; no tienen grandes responsabilidades; no tiene grandes problemas con su familia; es muy popular... En cambio, las "personas negras" son justo lo contrario: tienen pocos amigos (o directamente ninguno), no suelen salir de casa frecuentemente, viven con mucho estrés por la cantidad de responsabilidades que tienen, tienen problemas internos con su apariencia física, familia, orientación sexual... Todo esto va muy enlazado a la última característica de las "personas negras", el bullying. El acoso escolar es, desgraciadamente, algo muy usual en nuestra sociedad. Los adolescentes, que aún no distinguen lo que está bien de lo que está mal, tienen la osadía de divertirse mediante hacer la vida imposible de los demás, divertirse a costa de dañar. Aquí se suelen llamar los abusones. Esta sociedad nos obliga casi siempre a permanecer en esos dos tipos de "estamentos", y si decides salirte de ellos, lo más seguro es que sufras rechazo del resto de adolescentes, es decir, entrarías en el grupo de "personas negras", ¿ves? La sociedad te ha vuelto a etiquetar y a meterte en uno de sus dos cajones. <Abro un inciso para decir que no estoy creando racismo, en vez de decir blanco y negro podría haber dicho perfectamente azul o rojo. Prosigamos, por favor.>

                    Lo que pasa es que a medida que vas llegando al final de la adolescencia, empieza a cambiar todo lentamente. Las personas blancas se van oscureciendo y las personas negras se van aclarando, es decir, se crea una gama de colores grises. Para mí, esta metáfora indica perfectamente la adolescencia. El fin de esta etapa llega cuando arriba el color gris.


                     Esto supone para mí un gran desasosiego, ¿cuántas generaciones quedan para eliminar la sociedad? Ojalá crear un mundo adolescente en el que nadie sea juzgado. Que cada uno haga lo que le salga de la punta de la p..., a nadie le debería importar si te gusta leer como si te gusta ver anime, o la moda, o los coches, o bailar ballet. Lo importante de una persona no es lo que le gusta, si no las acciones que hace. Yo antes era víctima de la sociedad, pero ahora que he medio madurado mentalmente, puedo hablar de este tema con seguridad y decir que he llegado a una gama de colores grises que contrasta con la mayoría de adolescentes de mi edad. Me gustaría que el receptor de este mensaje que ahora mismo lee mis líneas meditara el texto que acaba de leer y se preguntara, ¿a qué color pertenezco yo? ¿Negro, blanco o gris?

             Muchas gracias por leerme, un cordial saludo a todos.


        Miguel Ángel Molina Ortega.